Tenemos que recordar que Madrid tiene una gran diversidad de patrimonio fósil de la edad Mioceno, entre otros yacimientos se encuentra el que tenemos en Pinto en el Cerro de los Batallones, dentro del complejo minero de Tolsa donde explotan Sepiolita, por suerte este ha sido uno de los yacimientos donde hemos tenido el placer de colaborar (hace años) gracias a la excavación organizada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales y la UCM.
A continuación os dejamos el artículo completo publicado en: ABC
Imáginese que en lugar de uno de los modernos trenes del
Metro, por sus túneles se pudiera ver caminar a un ejemplar de Hispanotherium
Matritense (Rinoceronte madrileño), a un Cheirogaster bolivari (Tortuga
gigante) o un Amphicyon (Oso-perro) el depredador más importante del Mioceno
madrileño. El complejo ejercicio de imaginación —tal vez mientras espera a que
llegue el Metro— sirve para descubrir parte de los misterios paleontológicos
que esconde el subsuelo de la capital.
Para completar el ejercicio habría que trasladarse a un día
cualquiera de hace 14 millones de años en pleno Mioceno medio, por ejemplo a la
estación de Acacias de la línea 5 en Embajadores. Allí se descubrieron los
últimos restos fósiles de mastodontes, tortugas gigantes y osos-perro durante
las obras de remodelación de su vestíbulo. Parte de esos restos, que
conformaron en su momento una sabana tropical en toda regla, se encuentran por
su valor el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y en el Museo
de Ciencias Naturales de la capital.
Pero no es la única estación donde se han encontrado restos
fósiles. Sin duda uno de los hallazgos más importante se produjo en el Metro de
Carpetana. En 2008, durante unas obras de reforma en el vestíbulo, los
arqueólogos descubrieron más de un millar de fósiles de macrovertebrados,
microvertebrados y plantas. Entre los restos de tortugas gigantes y osos-perro,
se encontraron varios Anchiterium, el primer representante de la familia de los
equinos en el Mioceno europeo, un pequeño caballo con pezuñas de tres dedos.
Un Bien de Interés Cultural
En Madrid, las obras del suburbano normalmente tienen lugar
en zonas incluidas o próximas a las zonas arqueológicas del Recinto Histórico
de la Villa de Madrid y a las Terrazas del Manzanares, ambas zonas declaradas
Bien de Interés Cultural desde 1993. No hay obra realizada en este entorno que
no haya ofrecido un nuevo yacimiento oculto en su subsuelo. En 2006, en el
intercambiados Príncipe Pío se encontraron tortugas gigantes de más de una
tonelada de peso y un craneo completo del rinoceronte madrileño.
Junto a estos hallazgos, el suburbano y sus obras han sacado
a la luz en distintos puntos de la capital ejemplares de pumas, jabalíes,
antílopes, ginetas, y grandes predadores como el temible Amphicyon giganteus,
que los acosaba a casi todos ellos.
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